Reichtag Rothschild
Desde Freedonia sin amor |
Hola, Mike Andrew Troyan. Desde la invasión de Rusia, Freedonia da risa. Ni Groucho es el führer, ni nada de nada. Era la ventriloquía más costosa que he vivido en mi experiencia como médium. Más allá del vomitivo Elvis Presley y del mito melquisedequiano, más allá de la repulsiva sonrisa Borgartiana, más allá del fracaso religioso de unos actores cómicos que sólo para los desastres grabados, intencionadamente ácidos, servían. No hay una raza mejor que otra. No es Judea la capital de la inteligencia. En cualquier parte se puede comer habas, y siempre hay cacerolas con fuego, un chorro de agua y sal, para comerlas a cucharadas. Groucho tuvo su momento. Pero, como le sucederá al sol en el futuro, Groucho explotó. ...sea de risa o de llanto, sea de la contaminación de los cementerios (demasiada ceniza), o de mis arrebatos antifreedonianos. Pues Freedonia llegó a repugnarme. Un nombre que sólo recuerda a los pastelillos tibios de merengue rosa. Un nombre vomitivo y que da urticaria, como las ortigas.
Yo me lo guiso, yo me lo como, yo lo vomito, como Juan de Monito y Palomo. ¡¡Y no cojeo!! ...por algo quise mantener cerca a esos payasos, para arrebatarles ese charm, ese glamour.
¿Por qué tenían que ser tan jodidamente divertidos? *con perdón* | 19 Jun 2002, 11:07 |